miércoles, 5 de diciembre de 2012

PUBLICADO EN: COLUMNAS, Ciudades, Diseño Urbano, Expansión Urbana compartir Uno de los síntomas más reconocibles en el fenómeno de la gentrificación es el cambio socio-espacial, en donde sus antiguos residentes son desplazados por un nuevo grupo de mayor ingreso económico. Sin embargo, este formato de crecimiento ha ido mutando hacia nuevas formas de hacer ciudad, dejando la expulsión a un lado para cambiarlas por nuevas políticas urbanas de integración e inclusión. Hoy en día, las ciudades experimentan un crecimiento poblacional exponencial, que las ha llevado no tan solo a conquistar nuevos terrenos rurales en su periferia y a aumentar sus límites, sino también a la reconquista, recuperación y renovación de los centros urbanos. Proceso a través del cual hogares de clase media alta, que andan en busca de una mejor calidad de vida -proximidad a los servicio, infraestructura, al lugar de trabajo, entre otros- reemplazan a hogares de menores ingresos. Su llegada al centro de la ciudad, genera aumento de precio de la propiedad, desplazando a sus antiguos propietarios, alterando el ambiente construido y emergiendo un nuevo estilo de vida urbana. A este fenómeno se conoce como “gentrificación”, palabra proveniente del inglés “gentry” que se traduce como hidalgo o burgués, entendido en su contexto como elitización del área. El uso de este término tiene origen en el Reino Unido en los años 1960s, sin embargo es un término que ha evolucionado hacia nuevas tendencias en la actualidad, alejándose de su patrón tradicional para abarcar nuevas superficies de mayor tamaño, llegando incluso a observarse en el ámbito rural. En sus inicios, el uso de esta palabra aludía principalmente a aquellos barrios que históricamente concentraron inmigrantes, pobreza y criminalidad, y que dado su mutación socio-espacial terminan convertidos en centros bohemios, donde abunda el arte, el diseño y la vida nocturna. Ejemplo de ello son: El Soho, Nolita, Tribeca o Village en Nueva York, East End en Londres, Pobleneu en Barcelona y San Telmo en Buenos Aires. En el caso de Santiago, podríamos identificarlo en el barrio Yungay, el cual se asemeja a las nociones tradicionales de la gentrificación. Sin embargo, la renovación de las zonas céntricas de la ciudad -especialmente en latinoamérica- se ha dado a un ritmo paulatino. Por lo tanto la revitalización y conquista de un lugar para vivir, ha pasado más por la cimentación de infraestructura totalmente nueva que por la reconstrucción del patrimonio existente. Condominios cerrados, shoppings y malls son las infraestructura que está invadiendo la periferia y que atrae a la población de alto y mediano ingreso. Francisco Sabatini, sociólogo y urbanista, le llama a este proceso “gentrificación latinoamericana” -distinta a la americana u europea- la cual se caracteriza preferentemente por abarcar la periferia urbana, lo cual no conlleva necesariamente el desplazamiento o expulsión de los antiguos residentes del lugar. Muchos podrán decir entonces, que esto no se trataría de un proceso de gentrificación, ya que su término está ligado íntimamente a la renovación urbana, y a la expulsión de los residentes de menores ingresos. Pero quienes defienden este pensamiento, lo hacen a través de la idea de que la conquista de los grupos de altos ingresos económicos elitizan el área. La invasión de la periferia se da con mayor potencia en países latinoamericanos dada la estructura interna de las ciudades, los patrones de segregación residencial, y las fuerzas de mercado. Invadida preferentemente por proyectos residenciales y comerciales dirigidos a los tramos de más altos ingresos. Esta nueva forma de plantear el proceso de gentrificación deja sin importancia las variantes culturales y geográficas, con las cuales se comenzó a caracterizar este tipo de proceso en la ciudad. Francisco Sabatini reconoce ciertas ventajas en el proceso de la “gentrificación latinoamericana” y se refiere a que con la llegada de las clases de mayores ingresos a la periferia se podría llegar a una ciudad con menor segregación y con zonas más mezcladas, lo que generará otra dinámica. De esta forma, la aproximación espacial entre los diferentes grupos sociales es una forma objetiva de reducción de la segregación residencial, ya que dado el incremento de la base tributaria de los municipios se puede mejorar las condiciones de accesibilidad, sus equipamientos comerciales, de oficinas y servicios públicos. A diferencia de esta nueva forma de hacer ciudad se evidencian fenómenos como Nueva Las Condes, en donde se expulsó a todos los residentes de la Villa San Luis para construir edificios de oficinas, quienes se fueron a sectores periféricos lejos de las oportunidades laborales, de los accesos a servicios y a equipaminentos de calidad. Por lo tanto, podemos concluir, dado lo anteriormente expuesto que a diferencia de la forma de crecimiento de los países europeos y americano la “gentrificación latinoamericana” no implica necesariamente la expulsión de los residentes. Esta nueva forma de conquistar la ciudad pueden consistir en una gentrificación sin expulsión y con mayores oportunidades de integración y cohesión social. Se debe poner en debate este concepto y hacerlo parte de la planificación urbana. Esta nueva gentrificación que se esta evidenciando en las ciudades latinoamericanas, aún está borrosamente perfilada. Debemos ser conscientes de este proceso antes que el mercado del suelo no permita una adecuada integración social urbana. Finalmente, la pregunta que queda por responder es ¿es éste un nuevo modelo para hacer ciudad que evite la segregación pero que a la vez incentiva el crecimiento de los límites urbanos? ¿es preferible exclusión y reconstrucción de los centros urbanos o inclusión a través del aumento de los límites urbanos?


29.07.2011 | 17.41


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En los primeros días de junio, la mayor parte de los miembros que integraban el Consejo Ejecutivo Honorario de la Comisión de Patrimonio de Colonia presentaron su renuncia en reclamo por los cambios en la concepción que maneja la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN). La escisión tuvo lugar en un momento donde se anunció que estaba en peligro el único sitio de Uruguay declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad: el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento. Entrevistado por En perspectiva, el directo general de la CPCN, Alberto Quintela, dijo que “no puede entender” la renuncia porque la intención era “contar con el Consejo para que arme una audiencia pública” sobre el plan de gestión en el barrio para el próximo 24 de agosto. El jerarca explicó que “Colonia nunca estuvo en peligro” y “se está trabajando en un plan de gestión que ha sido requerido por la Unesco desde 2002”. Y agregó: “El patrimonio cultural no es objetual ni monumental exclusivamente, sino que se tiende al espacio (por eso la política en este plano) se da la mano con distintas disciplinas: el ordenamiento territorial, el desarrollo local, el turismo y el desenvolvimiento de las localidades”.

(emitido a las 10.08 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Imaginémonos en una caminata por la calle de los Suspiros en Colonia del Sacramento.

El Barrio Histórico de esa ciudad es el único sitio de Uruguay declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Aquella resolución del año 1995 valorizó muy fuertemente a ese lugar emblemático de nuestro país. Pero en las últimas semanas todos nos preocupamos cuando comenzó a hablarse del riesgo que se correría de perder esa categoría. La versión circuló con insistencia luego de la renuncia del anterior Consejo Ejecutivo Honorario de la Comisión del Patrimonio de Colonia, integrado por vecinos de aquel lugar. Sin embargo, más allá de las discrepancias entre esos miembros renunciantes y la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN), todos niegan haber hecho semejante afirmación.

¿Qué fue eso entonces? ¿De dónde surgió la confusión? Pero, ¿cuáles son los planes para atender las solicitudes que ha hecho la Unesco para que el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento mantenga su condición? ¿Qué cambios se van a implementar en la gestión de este patrimonio?

Vamos a conversar de estos asuntos con el doctor Alberto Quintela, director general de la CPCN.

En los primeros días de junio, la mayor parte de los miembros que integraban el Consejo Ejecutivo Honorario de la Comisión de Patrimonio de Colonia presentaron su renuncia en una carta que dirigieron al presidente de la República, José Mujica. Allí argumentaban que “en este último año han ocurrido cambios en la concepción de la gestión del patrimonio en el departamento de Colonia, y en especial de su sitio patrimonio mundial, el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento, por parte de la CPCN”. Y sostenían además que “esos cambios han repercutido en una centralización del tratamiento de los asuntos patrimoniales del departamento en manos de los técnicos de la CPCN”.

¿Qué ha estado pasando? ¿Cuáles son los cambios que se han instrumentado, que modifican la forma en que se trabajaba hasta ahora?

ALBERTO QUINTELA:
Lo primero a decir es que Colonia nunca estuvo en peligro y espero que no lo esté. Patrimonio en peligro es un listado que elabora la Unesco para salvaguardar aquellos espacios que son de interés para el mundo porque mantienen valores excepcionales universales, que es lo que dice la Convención del Patrimonio. Entonces, en primer lugar, Colonia nunca estuvo en peligro.

Se está trabajando en un plan de gestión que ha sido requerido por la Unesco desde 2002. Esta gestión ya desde el 2008 le está solicitando al Consejo que lleve adelante un plan de gestión, que lo elabore. Se empezó a trabajar el 5 de octubre, hay un convenio por el que se formalizó un equipo de dirección del plan en el que participan la Intendencia de Colonia, el Consejo y la Comisión del Patrimonio. En ese contexto de poner tiempos, tenemos que cumplir con Unesco de una buena vez, porque si no podemos tener problemas.

Usted me pregunta y la gente me ha preguntado por qué esta renuncia. La verdad es que no lo puedo entender, se ha dicho que tuvimos una intención centralizadora, que le quitamos autoridad al Consejo, pero me parece que alcanza con leer la resolución del 11 de mayo, que es la que agravia al consejo, para no entender qué es lo que pasa. Lo que sí hicimos, teniendo en cuenta que es un grupo honorario que estaba tapado de trabajo, fue decir: vamos a colaborar con los funcionarios profesionales rentados de la CPCN por un período determinado, vamos a ayudar con los expedientes, y ustedes por favor dedíquense a la audiencia pública, que sí va a ser el 24 de agosto, en la que vamos a proponer los avances del plan. El 24 de agosto, que es ahora, es inminente, se tiene que convocar a la ciudadanía, lo dijimos en la resolución: queremos contar con el Consejo para que arme la audiencia pública, para que trabaje con la gente. Si no hubiéramos tenido confianza en el Consejo, no le habríamos dicho “trabaje con la gente”. Entonces no lo puedo entender.

ROSARIO CASTELLANOS:
Cuando te refieres a expedientes que pasan a consideración de la comisión central en Montevideo, estamos hablando de trámites que tienen que ver con permisos que se otorgan o se niegan. ¿No vendrá por ahí el tema, el haber desplazado a la comisión de Colonia en esa decisión que para ellos es fundamental?

AQ - Sí, clarísimamente, lo que pasa es que el Consejo Ejecutivo de Colonia, por el artículo 3 de la ley 15.819, es un organismo dependiente de la Comisión de Patrimonio.

RC - Pero que hasta ahora resolvía o negaba autorizaciones.

AQ - Sí, resolvía, pero ahí teníamos problemas, porque es complicado para un grupo honorario ser el gestor territorial de un espacio en tensión. Colonia del Sacramento, el Barrio Histórico, es un espacio con mucha tensión, tiene enfrente una megalópolis, no es un lugar cualquiera. Para manejar territorialmente un espacio y para hacer un plan hay que saber hacerlo, hay que tener una experticia. Los vecinos son muy importantes, también son muy importantes todas las disciplinas que hacen un plan. Es una polivocalidad, son muchas las voces que tienen que ser oídas, pero además tiene que hacerse en tiempos óptimos.

Ahora definimos que el plan de gestión debe hacerse, y eso es lo prioritario, por la nueva ley 18.308 de ordenamiento territorial tenemos la necesidad de establecer audiencias públicas todas las veces que tengamos instrumentos de actuación territorial. El plan para el Barrio Histórico de Colonia es un plan territorial; al ser un plan territorial requiere audiencias públicas, que son la garantía para la gente de que efectivamente va a ser escuchada. Entonces lo que le pedimos al Consejo renunciante –y es importante decir que hoy tenemos un nuevo Consejo en funciones y que siempre tuvimos un equipo director que siguió trabajando– fue: hablen con la gente, convoquen; está la resolución del 11 de mayo que queda a disposición, que está colgada en la página del ministerio. Como dice Rosario, evidentemente lo que molestó fue que sacáramos los expedientes, pero los expedientes debían tener tiempos óptimos. Eso es importante.

EC - En medio de toda esta discusión hubo una columna del doctor Antonio Mercader, que los oyentes conocen de una de nuestras tertulias, que fue ministro de Educación y Cultura. El doctor Mercader escribió en el diario El País el 29 de julio recordando las gestiones que se hicieron mientras él estaba al frente de la cartera para que Colonia del Sacramento fuera declarada Patrimonio Histórico. Menciona que quien era en aquel momento el director general de Unesco, Federico Mayor, “insistió en que la conducción del sitio debía estar a cargo de los vecinos del lugar”. ¿Eso no se está modificando con estos nuevos criterios que usted recién explicaba?

AQ - No, por lo siguiente, nosotros vamos a un plan de gestión, ese plan de gestión va a tener una autoridad de sitio, y esa autoridad de sitio necesariamente va a estar integrada por gente que vive en el lugar, por vecinos, por técnicos del lugar, esos son los que naturalmente van a regir los destinos del Barrio Histórico. Entonces no es así. Incluso hoy los arquitectos de la comisión residen en Colonia, tenemos un arqueólogo y un arquitecto que residen en Colonia. Pero lo más importante es que el nuevo Consejo también tiene una serie de profesiones que permiten una mirada desde distintos lugares de ese territorio. Pero hay una etapa técnica que es indispensable e insoslayable, y, lo más importante, es que debemos ir a la audiencia pública para garantizar que todo el mundo pueda decir cosas.

***

EC - Vale la pena centrarse ahora en lo que vendrá y en la propia Colonia del Sacremento y su preservación.

RC - Exactamente. Lo importante es definir qué es un plan de gestión, qué marco define, hasta dónde llega en cuanto a las definiciones que luego puedan intervenir en autorizaciones o no de determinados proyectos.

AQ - A partir de la ley 18.318, de ordenamiento territorial, la disciplina urbanística adquiere una serie de herramientas de gestión territorial que son los planes. Y hay una enumeración enorme de planes departamentales, locales, de directrices. El Barrio Histórico de Colonia se va a insertar en el plan que tiene la Junta para presentar, que es el plan para Colonia, que es con una mirada específica, porque el Barrio Histórico de Colonia es nada más ni nada menos que Patrimonio de la Humanidad, por lo tanto el Estado uruguayo tiene responsabilidades.

También se han presentado a la lista de Patrimonio Mundial la bahía y las islas, por tanto el agua tiene competencias también nacionales y necesariamente hay que coordinarlas con el Municipio. Yo diría que el plan de gestión va a ser un lugar de encuentro y de coordinación en la gestión, en el que el intendente de Colonia es insoslayable, tiene que estar, porque además es la autoridad elegida por el pueblo. Va a ser una instancia en la que su estatuto, donde están las reglas de juego…

EC - ¿Qué tipo de reglas? Bajemos esto a tierra para que se entienda mejor.

AQ - Básicamente cuáles son los contenidos patrimoniales que se deben mantener. Vamos a necesitar inventarios adecuados, catálogos, herramientas de gestión territorial, planes de conservación, que son cuestiones que van más al detalle, pero lo primero es marcar la cancha con un plan de gestión, y tener una cuestión que es fundamental, que son las medidas cautelares para el área; la ley 18.308 permite tener medidas cautelares para el área toda vez que uno presenta a la Junta los avances del plan. Por eso es estratégico llegar a la audiencia pública y que los avances del plan sean presentados y enviados a la Junta. Porque está la posibilidad, no menor, de tener medidas cautelares para el área, cosa que permite la gestión con mayores pulmones.

EC - ¿Cuáles serían las medidas cautelares?

AQ - No las puedo anunciar por la radio.

EC - Porque acá tengo un mensaje que llega desde la audiencia que dice: “Uno de los problemas más graves es que la Intendencia permita la circulación de vehículos por las calles de la Ciudad Vieja”. ¿Una prohibición de la circulación de vehículos sería una medida cautelar?

AQ - Las medidas cautelares son medidas cautelares, requieren cierta discreción a la hora de formularlas. Hay una cantidad de medidas que tienen que ver con no permitir que se dispare el uso del lugar. Usos que no sean adecuados, en general usos comerciales y lo que se llama la gentrificación; gentrification, de gentry, que es el vaciamiento de la población original y la sustitución por pobladores de mayor poder adquisitivo. Eso es algo que ya hoy está existiendo, Colonia del Sacramento viene bajando desde hace años la población local.

EC - No solamente está bajando la población local, está bajando la población, la cantidad de gente que reside en Colonia del Sacramento, y se está produciendo un desequilibrio hacia el uso de las construcciones por el lado comercial, poca gente reside, mucho comercio sustituye lo que eran viviendas.

AQ - Por eso lo prioritario, más que los expedientes, es el plan de gestión. Y lo es desde el 2002, que la Unesco lo está reclamando. Por una serie de motivos, que cada uno sabrá interpretar, hasta el día de la fecha no se ha hecho, y la prioridad hoy es de la administración, tenemos que tener un plan de gestión ya. No es solamente porque lo pide Unesco, sino porque así tiene que ser.

RC - Tú mencionaste que zonas de este tipo plantean conflictos de intereses, y supongo que lo que tiene que orientar el plan de gestión es la resolución de esos conflictos. Y uno con relación a los intereses que pueden estar llegando desde la vecina orilla con mucho mayor poder adquisitivo es el uso en cuanto a los atractivos turísticos. ¿En qué medida lo que ustedes planteen en materia de objetivos a tratar de lograr y de equilibrios a establecer luego se somete a Unesco para que sea aprobado o no? ¿Existen porcentajes establecidos en cuanto a cuál es el ideal de población efectiva, cuál es el ideal de afectación para una actividad turística como la hotelería? ¿Existen normas generales en la materia?

AQ - Sí, existe toda una especialidad que es la gestión de los cascos históricos. Cada casco histórico es específico (Santiago de Compostela, Florencia, Venecia), son lugares apetecidos por el turismo y por lo tanto son requeridos. Se necesita un pacto social para ver qué es lo que queremos mantener, y una discusión pública. Por eso es bueno que la ciudadanía esté preocupada por Colonia, porque de eso se trata, se trata de que las cuestiones patrimoniales sean debatidas y analizadas. Y en cuanto a lo que tú decías, cuestiones especificas técnicas, hay una cantidad de organismos que recomiendan usos, especificidades.

RC - En qué medida no es un riesgo, porque supongo que a los habitantes de Colonia también les pueden interesar objetivos cortoplacistas que puedan entrar en choque con objetivos nacionales. Hoy puede ser muy rentable tener una actividad turística y hotelera importante, les puede interesar al intendente y a la población inmediata, y nosotros podemos perder como país un recurso turístico más general.

AQ - Está claro. Por eso la política patrimonial también es política educativa, es una política de cultura y es una política social. Tenemos que divulgar, difundir, enamorar, convencer a la ciudadanía de que tenemos que participar en un proyecto todos juntos a largo plazo. Creo que por ahí va la mano. Sin duda que hay tensiones, pero creo que a nadie se le ocurre hacer un rascacielos de 300 pisos en Venecia, por decir algo disparatado.

RC - Pero alguien dijo que no se podía.

AQ - Alguien dijo que no se podía, pero hay un sentido común, una sensibilidad común a la que tenemos que apelar. Eso es una política de divulgación, de educación y de convencimiento, por eso es tan importante la audiencia pública. Y por eso es que seguramente la gente va a participar, no tengo dudas, y va a haber posiciones encontradas. Discutamos sobre eso, es sano, es bueno. Además estamos discutiendo sobre patrimonio, que no es lo mismo que discutir sobre el hambre, las desgracias de un niño con problemas o de ancianos. Estamos en un ámbito que nos tiene que dar felicidad en esto y disfrutar el patrimonio.

EC - ¿Por qué enfatiza eso?

AQ - Porque la tarea que se hace muchas veces tensiona, muchas veces es como que se viene la casa arriba, y sin embargo me parece que a la hora de enfrentar los problemas la mirada debe ser de felicidad, decir: tenemos esto, nos heredaron esto; teniendo presente que no heredamos todo lo que queremos ni queremos todo lo que heredamos. Estamos construyendo nuestro pasado, nuestro presente y nuestra historia, pero lo construimos entre todos. Estamos hablando de algo que nos dejaron: bienes materiales y bienes inmateriales, y yo digo, como mi amigo Barros Espinoza, filósofo del siglo XVII: la felicidad no es un premio que se otorga a la virtud sino que es la virtud misma. Es una sentencia ética no menor.

***

EC - Usted señalaba como especialmente significativo lo que ocurrirá el 24 de agosto, cuando tendrá lugar la audiencia pública en torno al plan de gestión. El plan de gestión es una vieja deuda con Unesco, a esta altura tiene nueve años

AQ - Una deuda con el país.

EC - Una deuda con el país, y a su vez una deuda que el país tiene con la Unesco. Ahora se va a dar ese paso. Se supone que ese plan, con las aprobaciones correspondientes, va a estar pronto ¿en qué fecha? ¿Puede estar pronto este año?

AQ - Va a estar pronto este año. Tiene que ser presentado al 1 de febrero a la Unesco, porque razonablemente Unesco tiene que dar su visto bueno.

EC - Yo pedía bajarlo un poco a tierra, y usted ha manejado algunos ejemplos, pero desde la audiencia plantean la cosa de manera mucho más puntual. Por ejemplo: “Pregúntenle por el proyecto Marinas del Sacramento de López Mena”, dice uno de los mensajes. Es uno de los ejes de todo el debate.

AQ - Sí, es uno de los grandes fantasmas. Hay que decir claramente que ese proyecto quedó cerrado, no se autorizó y lo firmó la señora María Simón cuando era ministra. Eso tiene que ser meridianamente claro y evidente.

EC - Hay un problema de por medio allí que es lo que en su momento López Mena invirtió en los estudios y en la preparación del proyecto cuando tenía vía libre para operar. ¿Cómo se arregla eso?

AQ - Él tendrá que ver esos números y habrá que ver qué sucede. Marinas del Sacramento ya no se va a hacer, eso tiene que quedar claro, porque lo que sobrevuela acá es una desconfianza para con el Consejo, para con la Comisión, de que no sé qué va a hacer López Mena.

EC - López Mena, por su poderío económico, por la influencia incluso que tiene a distintos niveles de los partidos políticos, obtendría finalmente ese permiso.

AQ - Por eso, no sé de dónde vienen esos números que se han manejado en la prensa. Yo soy abogado y me parece que no son serias a la hora de hacer un juicio, si es que se va a hacer un juicio. Yo no suscribo ninguno de esos números, eso tiene que quedar meridianamente claro.

Segundo, ese proyecto ahí no se va a hacer. Y lo más importante, el espacio, que es un espacio que nos preocupa, que es un espacio que está pegado al desembarcadero en Colonia del Sacramento, tampoco va a ser un hotel escandalosamente espantoso, ni con casinos ni con nada, porque ya fue prohibido. Entonces, ¿por qué esa desconfianza? Esta Comisión del Patrimonio tiene la autoridad moral para decir “aquí esto no va a pasar, aquí van a pasar las cosas que desde la técnica, desde la práctica testimonial convoquen a Colonia a su mejor destino”. El 21 de octubre de 2009 prohibimos tres torres de 43 pisos en la rambla de Montevideo. Nadie lo sabe, no tenemos por qué salir a hacer propaganda, porque no es el estilo ni la función de la CPCN, pero ya que estamos con estas sospechas y estas renuncias que no se pueden entender pero que deben tener una lógica, es bueno que todo el país sepa que esta CPCN les dijo que no a tres torres de 43 pisos frente al Panamericano.

RC - Nuestra audiencia lo sabe. Aparte de eso, Emiliano se refirió al vía libre que no le dio la comisión, ni siquiera la renunciante, que en todo caso se lo debe haber dado la Intendencia. Aquí empiezan a aparecer esos otros conflictos, los intereses que puede tener una circunstancial Intendencia con una también circunstancial Comisión del Patrimonio. Porque creo que la CPCN anterior nunca lo permitió, ni la de Colonia. Entonces ese vía libre es muy relativo.

AQ - No es relativo, porque todos en la vida procuramos aprender lo que queremos aprender.

RC - Me refiero a los reclamos.

AQ - Por eso, en el caso de la Intendencia de Colonia, en este momento me parece que hay un avance en la conciencia patrimonial y una coordinación de políticas. Por ahí han dicho que Zimmer presionó a Fulano, a Mengano de la Comisión, al ministerio, y eso no es así, me indigna. El intendente Zimmer está creciendo en conciencia como estoy creciendo en conciencia yo y como crecemos en conciencia todos cuando debatimos estas cosas, intercambiamos opiniones. Nos podemos equivocar, claro que sí, pero hay cosas que van quedando claras en ese proceso de alumbramiento de la verdad. Entonces no puedo admitir que se diga que Zimmer está para un lado o la Intendencia de Colonia está por un lado y la Comisión de Patrimonio por otro. De ninguna manera, acá hay una política de Estado, guste o no guste. Estamos haciendo política de Estado en todo el país o en casi todo el país.

EC - Nos hemos centrado mucho en Colonia del Sacramento, pero Colonia del Sacramento pertenece a un departamento, Colonia, que se encuentra en un momento muy fermental, muy dinámico. Hemos hablado muchas veces aquí en el programa de la actividad creciente en el puerto de Nueva Palmira, los oyentes también conocen todo lo que se ha invertido por parte de argentinos y otros capitales extranjeros en propiedades y en campos en el departamento de Colonia, y ahora viene el gran cimbronazo de la instalación de la planta de celulosa de Montes del Plata en la zona de Conchillas. ¿Cómo se ubica este debate que estamos teniendo ahora en ese otro contexto más general del departamento?

AQ - La política patrimonial pretende ser parte de un sistema de protección patrimonial que se da la mano con distintas disciplinas: el ordenamiento territorial, el desarrollo local, el turismo, el desenvolvimiento de las localidades. Creo que muchos uruguayos estamos felices de que el Uruguay tenga inversiones y despegue, y seguramente esas inversiones requieran de un estatuto jurídico firme y claro de protección del paisaje y del ambiente. Y acá lo tenemos, el Uruguay, y específicamente Conchillas, todo ese espectacular centro poblado es Patrimonio Histórico Nacional, está protegido, tenemos que estar alertas. Pero más allá de estar alertas, no es la situación del tipo de estarse defendiendo, sino que es la situación de las personas que están haciendo cosas juntas y que reconocen su especificidad y por lo tanto sus tensiones, pero que también van juntas a encontrar soluciones. Eso es fundamental y en esa tarea estamos. Es una tarea silenciosa, es una tarea de trabajo, pero en eso estamos.

EC - Usted habla de no ver este asunto con una lógica de enfrentamiento, sino con una lógica de cooperación. ¿Cómo es esto?

AQ - El enfrentamiento muchas veces existe, pero existe una voluntad política que tiene que primar, que es la de unir, consolidar espacios de discusión, de debate y de encuentro. La tensión existe, pero también existe la voluntad de la gente de hacer cosas juntos y seguir adelante. No podemos decir “esto es patrimonial, no se toque porque es un objeto”, eso es algo absolutamente demodé, hoy por hoy el patrimonio cultural no es objetual ni monumental exclusivamente, sino que se tiende al espacio, al conjunto. Por ejemplo, en Salto dijimos que nos interesaba, cuando se compró Las Nubes, hacer una reflexión acerca del paisaje...

EC - … Estamos hablando de la que fuera la casa de Enrique Amorín, diseñada por él.

AQ - Exacto, ahí la viceministra María Simón mencionó algo interesante, que era iniciar los trabajos para consolidar un paisaje cultural o la reflexión acerca del paisaje cultural hortifrutícola de la ciudad de Salto, porque tiene que ver con el trabajo, el trabajo también es parte del patrimonio cultural, las costumbres, los usos, cómo las personas se asientan en su espacio. No solamente la gran obra monumental tiene que ser protegida, sino el conjunto.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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